Recibir el Año Nuevo con Abandono, Confianza y Gratitud

Por: Ivonne Castillo

Un año más termina, y con él se cierra un capítulo lleno de experiencias, aprendizajes y momentos que nos moldean. Hoy, al borde de un nuevo comienzo, pon el año que termina y el que comienza en las manos amorosas de nuestro Papá Dios, con el corazón abierto al abandono, la confianza y el agradecimiento.

No importa cómo fue el año anterior: si estuvo lleno de alegrías, desafíos o lágrimas, sabemos que nuestro Padre siempre camina con nosotros. Él es el Alfa y el Omega, el principio y el fin, y nos llama a confiarle no solo nuestro pasado, sino también nuestro presente y futuro.

Detente, haz una pausa y eleva nuestra oración a Aquel que todo lo hace nuevo.

Oración para Recibir el Año Nuevo

Padre Celestial,
En este momento, detengo mi mente y mi corazón para contemplar tu bondad. Gracias por el regalo de la vida, por los días que han pasado y por los días que vienen. Gracias por cada experiencia vivida, incluso aquellas que no entendí, porque sé que en todo has estado presente.

Te entrego mi año que termina. Con todas mis fuerzas, te doy mis logros, mis alegrías y mis momentos de dolor. Gracias porque en cada situación me acompañaste y me sostuviste.

Al iniciar el año nuevo, quiero abandonarme en tus manos. Te ofrezco cada día, cada decisión y cada paso que dé. Ayúdame a caminar siempre en tu presencia, con confianza plena en que tus planes para mí son de bien.

Confío en que, pase lo que pase, tú serás mi roca y mi refugio. Quiero vivir este año con un corazón agradecido, reconociendo que todo viene de ti y que tú siempre provees lo necesario.

Padre, dame sabiduría para enfrentar los retos, humildad para reconocer mis errores y fuerza para perseverar en tu amor. Que este año sea una oportunidad para conocerte más, servirte mejor y vivir de acuerdo a tu voluntad.

Te confío mi familia, mis amigos y todas las personas que amas. Te entrego mis sueños, mis preocupaciones y todo aquello que ocupa mi mente. Todo es tuyo, Señor, porque todo proviene de ti.

En tus manos pongo este año, seguro de que contigo cada día será una bendición.

Amén.


Recibir el año nuevo con esta actitud de abandono, confianza y gratitud nos permite empezar con esperanza. Recordemos que no estamos solos; Papá Dios nos acompaña en cada paso. Que este nuevo año sea para ti un tiempo de crecimiento espiritual, de aprendizaje y de muchas bendiciones.

¡Feliz Año Nuevo! Que la luz de Cristo guíe tu camino siempre.

Comentarios